En la Ciudad de Mármol, todos los cargos de poder eran ocupados por aquellos que llevaban un sello: una marca luminosa en la frente, visible solo bajo la luz azul del Consejo. Ese sello, decían, solo lo otorgaban las Torres Blancas, un complejo educativo impenetrable donde solo los elegidos podían formarse.
Nadie sabía con certeza qué se enseñaba en las Torres Blancas. Solo que los que salían de allí regresaban con discursos elocuentes, trajes sin arrugas y una convicción inquebrantable. Eran los Gobernantes, los Legisladores, los Reformistas. Y el pueblo, que se educaba en las Escuelas del Valle —centros desvencijados donde la tinta era escasa y los libros eran reliquias compartidas—, les miraba con reverencia… y con una silenciosa sospecha.
Un día, una joven llamada Elia, hija de dos profesores del Valle, encontró un libro olvidado en un vagón de metro. No era un libro cualquiera: era un manual interno de las Torres Blancas, titulado “La Fabricación del Saber”. Al leerlo, Elia descubrió la verdad: el conocimiento que se enseñaba allí no era superior, solo estaba cuidadosamente organizado para crear la apariencia de verdad. Los alumnos no debatían, memorizaban respuestas óptimas para cada escenario político. No pensaban… ejecutaban.
Indignada, Elia llevó el libro al Parlamento del Pueblo, el único lugar donde aún podían hablar sin filtros. Pero cuando intentó exponer la verdad, la luz azul del Consejo iluminó su rostro. Todos se quedaron en silencio al ver algo que no esperaban: ella también portaba el sello.
Nadie supo cómo ni cuándo apareció esa marca. Algunos pensaron que era una señal divina, otros que el libro la había transformado. Pero la mayoría eligió una opción más cómoda: no creerle.
“¿Cómo puede ser crítica con lo que ella misma representa?”, murmuraban.
Y así, Elia, aunque poseía el conocimiento más claro, fue silenciada no por censura, sino por la paradoja más antigua del poder: cuando el conocimiento que incomoda proviene de una fuente inesperada, es más fácil dudar de la fuente que replantearse la verdad.